Pese a ganar de forma invicta en su grupo y jugar quizás su mejor partido en lo que va del Mundial 2014, la Selección de Argentina sigue dejando dudas en su rendimiento de cara a los octavos de final de la Copa del Mundo, en donde su rival de turno será finalmente Suiza.
El cuadro Albiceleste -que ha descansado en la figura de su ídolo máximo, Lionel Messi- venció ayer por 3-2 a Nigeria en el cierre del Grupo F, resultado que le permitió adjudicarse la zona, aunque aún se espera más de un elenco que no logra convencer con su juego.
Ante el equipo africano (que también clasificó), otra vez fue Messi quien salvó los aplausos, pese a jugar sólo 63 minutos, ya que -por precaución y para cuidarlo- fue reemplazado por Ricardo Alvarez.
El atacante del Barcelona anotó dos goles, quedando junto a Neymar como los máximos artilleros del certamen, con cuatro anotaciones para cada uno.
El capitán trasandino apareció a los 3' de juego para abrir el marcador, con un golazo de su categoría. Pero poco les duró, porque un minuto más tarde, Ahmed Musa puso el empate ante la atónita mirada de la defensa argentina.
Pero fue otra vez Messi el que debió aparecer para darle tranquilidad a su equipo. Cuando se jugaba un minuto de agregado, el volante-delantero, con un certero tiro libre desde 20 metros, puso el 2-1 con el que se fueron al descanso.
A la vuelta del entretiempo, otra vez Musa apareció para igualar, pero Marcos Rojo cerró el 3-2, tres minutos más tarde del empate de los africanos.
Nigeria, a pesar de la caída, logró clasificar a octavos, producto de que en el otro duelo del grupo, Bosnia Herzegovina venció 3-1 a Irán con tantos de Edin Dzeko a los 23', Miralem Pjanic a los 59' y Avdija Vrsajevic a los 83'. El descuento iraní fue obra de Reza Ghoochannejhad, en lo que fue la primera victoria de Bosnia en la historia de los mundiales. J