Agricultores y regantes discrepan por embalse
La construcción del embalse Livílcar en el valle de Azapa no genera unanimidad entre los agricultores y regantes.
Marko Gardilcic, presidente de la Asociación de Agricultores de Arica, expresó sobre el tema que 'esperamos que esta vez salga el embalse, porque lleva como 30 años el proyecto'.
No obstante, dijo que debe existir un proyecto nuevo porque los costos de los materiales ha variado, pero que 'esto sería sumamente beneficioso porque somos la única parte del mundo donde se están perdiendo las aguas de las crecidas siendo que es una zona desértica'.
Añadió que en cualquier parte del mundo se embalsan esas aguas para el regadío, y en el caso de Arica para proteger las playas que con las bajadas de los ríos se contaminan con desechos.
Ahora, espera que el proyecto se concrete porque 'ha sido mucha la demora'.
Mientras, una opinión divergente tiene el presidente de la Comca (Comunidad de Aguas del Canal Azapa), Marcelo Centella, quien expresa que 'sabemos que la capacidad de este embalse es pequeña y sólo va a ser un sostenedor de crecidas'.
El dirigente dijo que esto no apunta a solucionar a futuro la necesidad de recursos hídricos porque la capacidad del tranque Livílcar sólo llegaría a 8 millones de metros cúbicos 'muy poco para la reserva de aguas'.
Sin embargo, el dirigente manifestó que no los han considerado todavía en las conversaciones para tratar el tema.
Por su lado, Milton Rojas de la agrupación de agricultores 'Concordia', coincide con el diagnóstico de la Comca, al afirmar que 'en el caso del embalse Livílcar éste lograría controlar las crecidas y el aporte de sedimentos a las playas, ampliar el área de cultivos, recargar el acuífero de Azapa, etc., pero por otro lado vemos que el lecho del río es rocoso y el sedimento que se va a acumular en el fondo del embalse impedirá la infiltración; las lluvias torrenciales que caen sobre relieves muy abruptos y sin vegetación acarrean sólidos inmensos y fluctuantes que no han sido evaluados'.
Como resultado señala que al cabo de 4 o 5 años la capacidad de 8 millones de m3 se verá colmada y la capacidad del embalse llegará a su mínima expresión.
'De esto debemos concluir que una inversión elevadísima como la que se pretende usar no justifica la pequeña cantidad de agua que se va a almacenar', coincide.
A cambio de ello, afirma que hay alternativas que mitigan la llegada de los ríos al mar. 'Debemos reconocer y aplicar el trabajo que hicieron los pueblos originarios, como trabajos de 'andenerías', 'cochas', 'puquios', 'pozas', 'canchones', alternativas de hace 2.000 años', dijo.J