Tarde cualquiera en el Centro Penitenciario de Acha y un recluso solicita ser trasladado hacia el ala norte desde el módulo donde se encuentra interno. Un gendarme se niega. El reo se pone agresivo, lo amenaza de muerte y le lanza golpes de pies y puños al suboficial, aunque sin éxito.
Varias horas después, otro interno se las da de chistoso y comienza a lanzar objetos contundentes hacia el patio colindante de la Unidad de Cuidados Especiales (unidad donde están los insanos y castigados) donde se encuentra castigado. Un funcionario lo sorprende y le advierte. El reo se enfurece, lo amenaza de muerte, le lanza un par de garabatos, toma una cortapluma hechiza y comienza a apuntar a quien se le atraviese.
Ambos casos ya están en los registros del Juzgado de Garantía local, lugar hasta donde llegó el coronel Sergio Castillo Caro, director regional de Gendarmería, a estampar dos querellas contra los dos antisociales que amenazaron de muerte y agredieron a los funcionarios de la institución.
Según información entregada por los propios gendarmes, el primero de los internos se encuentra privado de libertad por el delito de robo con violencia. Mientras que el autor del segundo episodio, cumple la prisión preventiva en el recinto por robo con intimidación, asunto que para el director de la institución preocupa por la integridad de los funcionarios.
'Tal como se trabaja por el control y seguridad de los internos e internas, también debemos resguardar que nuestro personal trabaje con tranquilidad y seguridad', explicó el coronel Castillo.
'Ahora con esto buscamos la seguridad de nuestro personal. Por lo mismo se presentaron dos querellas por amenazas de muerte como una señal de rechazo absoluto a cualquier tipo de agresión contra nuestro personal uniformado y civil, conforme a lo que es la Ley 20.214', lamentó. J