Jorge Sampaoli: fue ídolo a sólo 55 kilómetros de Arica
La historia dirá que Jorge Sampaoli Moya dirigió a la Roja en el Mundial de Brasil, que fue tricampeón y obtuvo la Copa Sudamericana con Universidad de Chile, que marcó un antes y un después en O'Higgins de Rancagua y que se transformó en uno de los técnicos más ofensivos de la década, al menos en esta parte del continente.
Pero la historia del actual entrenador de la Selección Chilena parte antes, muchos antes, y en ella se han escrito capítulos curiosos y desconocidos, los que seguramente han contribuido a su formación metódica, 'bielsista', para muchos soberbia y hasta obsesiva.
La carrera técnica de Sampaoli partió en Argentina donde condujo a cuadros de menor envergadura, sin embargo, uno de los hitos se escribió cuando dejó su país natal, tomó maletas y se radicó en Perú, donde tuvo su primer acercamiento con el territorio chileno.
Cincuenta y cinco kilómetros al norte de Arica se ubica la ciudad de Tacna, una región que durante la última década ha experimentado un notable crecimiento económico y poblacional, acompañado del auge minero y de un turismo especialmente alimentado por chilenos que cruzan el paso fronterizo de Chacalluta en busca de atenciones médicas, diversión y de la tan afamada cocina incaica.
Eso lo sabe muy bien Jorge Sampaoli. El calvo entrenador de la Roja vivió durante tres años en el corazón de la bulliciosa y comercial Tacna. En el hotel 'El Dorado' (ubicado entre las calles San Martín con Libertad) daba descanso, en las noches, a sus agitados días al mando del Club General Bolognesi, equipo profesional que hoy compite en la Copa Perú (algo así como la Primera B chilena) y que durante la estadía del casildense logró insertarse en el concierto internacional, disputar una Copa Sudamericana y derrotar al tan alabado Colo Colo de Claudio Borghi, Matías Fernández, Humberto Suazo, Arturo Vidal y Alexis Sánchez.
Corría el año 2004 y la prensa tacneña ya lo tildaba de 'obstinado y loco'.
Fernando Martorell es presidente del Bolognesi y hasta hoy mantiene un alto concepto del entrenador. Recuerda que cuando asumió la banca del club tacneño -por un sueldo de siete mil dólares mensuales- obtuvo un punto en once partidos. 'En ese tiempo la prensa y la opinión pública no daban más y pedían la cabeza del técnico argentino, pero era nuestra gran apuesta, así que le seguimos dando el apoyo'.
Agrega que 'él fue muy noble cuando pasó por ese mal momento con el Bolo, ya que puso su cargo a nuestra disposición, pero yo, como presidente del club y como gestor de su llegada a Tacna, no tuve dudas en reafirmarlo al mando de nuestro equipo'.
Otro de los que recuerda el paso del DT es Danilo Hinojosa, presidente del Círculo de Periodistas Deportivos de Tacna. 'Jorge Sampaoli era muy caballero y muy profesional para su trabajo, fue uno de los técnicos serios que ha pasado por esta región. Él planificaba con anticipación el entrenamiento que realizaría en la semana con Bolo (Bolognesi), a la prensa nos daba a conocer las tres jornadas, mañana, tarde y noche con sus respectivos horarios. La minuta de la noche era más de ver vídeos del rival, eso sí'.
El reportero comenta que en su condición de periodista deportivo del diario 'Caplina' vivió en primera persona el método Sampaoli. 'Cuando entrenaba Bolognesi nadie se podía meter. Con ese planteamiento en la cancha él ordenó a los jugadores peruanos que nunca han sido buenos para acatar instrucciones. Si había que entrevistar a los jugadores o a él debía ser en el horario libre, en todo caso siempre le daba un tiempo a la prensa y nunca hubo problemas, incluso cuando perdió durante 11 fechas seguidas fue autocrítico y puso su cargo a disposición del directorio'.
Recuerda que el argentino era muy autocrítico y que 'se alteraba cuando el equipo no rendía en forma simultánea, pero siempre asumía la responsabilidad, decía 'el culpable soy yo, los jugadores no tienen nada que ver y hay que trabajar más''.
Con nostalgia recuerda Hinojosa al glorioso Bolognesi de Sampaoli, argumentando que fue él quien profesionalizó el medio y, de paso, aportó con cinco jugadores a la selección peruana de fútbol. 'Con un juego muy atlético el estratega argentino salía siempre a buscar los triunfos. El estado físico que les sacaba a los jugadores en el entrenamiento de la semana le pasaba la cuenta al rival en los partidos oficiales. Con este método de trabajo llevó al Bolo a la Copa Sudamericana y a la Libertadores, además le ganamos a Colo Colo. Eso para un club de región de Perú es una hazaña'.
La actual periodista de política del Diario El Correo comparte aquella opinión. En aquel entonces Arazely Sotoperalta integraba el área deportiva en 'El Bocón' y de inmediato recuerda lo exigente que era el casildense. 'En los partidos le gustaba salir a presionar con un fútbol rápido. En los entrenamientos nada de bromas, pero una vez terminada la práctica les daba el espacio a sus jugadores para compartir, jugaba tenis fútbol y hacía apuestas de almuerzos con ellos. Utilizó mucho material deportivo audiovisual cuando trabajó en Bolo y en la copa Sudamericana mandó a su segundo ayudante técnico, Freddy 'petróleo' García, a un hotel ariqueño donde se hospedó Colo Colo para que éste se hiciera pasar como hincha y así viera la alineación del rival, ahí se consiguió el triunfo', dijo Sotoperalta.
Si bien el argentino era conocido por su disciplina, la profesional asegura que mantenía una excelente relación con sus jugadores. 'En más de una ocasión le escribieron el auto cuando estaba sucio y en modo de broma le colocaban el dibujo y nombre del famoso personaje de 'Dragón Ball Z' llamado Krillin, donde era peladito lo asemejaban al dibujo animado'.
'Después del peruano Roberto Mosquera y el argentino Jorge Sampaoli no ha habido mejores técnicos que hayan pasado por Bolognesi. Sampaoli es un obstinado, un loco, un enfermo del fútbol, todo el día fútbol, fútbol, entrenó acá con Beccacece que decía que era su yerno', revela Sotoperalta.
De su vida privada la periodista del Correo dice que era una persona tranquila, 'casi no salía, él vivió en un hotel del centro de Tacna y salía por ese sector, las pastas eran sus comidas preferidas, es que por esos lugares es la oferta gastronómica que hay, pero su vida privada en Tacna fue más bien siempre tranquila'. J