Dar vida al ariqueñismo
Un día como hoy, pero hace 134 años, un grupo de chilenos dio profundas muestras de valor y patriotismo, en una verdadera hazaña que ha marcado la historia y el temple de los hijos de esta tierra.
Hoy es 7 de junio y la ciudad celebra un nuevo cumpleaños. Anoche, en la víspera, miles de personas se reunieron al pie del mítico Morro para revivir un sentimiento que les caracteriza y les une: el ariqueñismo.
La fiesta es extensa y continuará durante todo el fin de semana con diversas actividades, sin embargo, es importante que todos y cada uno de los ariqueños dejen un espacio para reflexionar, para retroceder la mirada y proyectar el futuro de la región. Es un ejercicio necesario que debe aplicarse en todos los niveles de la ciudadanía, sobre todo considerando que la historia la escribimos en conjunto y no es sólo privilegio de unos pocos.
Celebrar un nuevo año significa -además- idear el futuro, trazarse objetivos que nos fortalezcan, corregir los errores y muchas veces enmendar el camino. Una celebración vacía no es más que una celebración. Por ello es fundamental realizar un análisis de nuestro presente y, desde esa perspectiva, definir de qué modo aportamos para materializar todo el amor por esta tierra.
Es un hecho que aún estamos a medio camino. Durante los últimos años la región ha mostrado algunos avances, sin embargo, falta mucho por recorrer.
El discurso de todos los sectores es uno y dice relación con la necesidad de trabajar por el desarrollo de la región, de darnos a la tarea de fortalecer nuestras potencialidades y, en consecuencia, elevar los estándares de vida de una zona que continuará siendo sinónimo de soberanía.
El ariqueñismo debe ser el impulso que nos permita alcanzar el sueño de una ciudad más amigable y con mejores oportunidades para las nueva generaciones.
Quizás sea éste el mejor homenaje que podamos entregar a quienes, hace 134 años, entregaron su vida para legarnos esta tierra llena de riquezas.