En el marco de su visita a Tierra Santa, el Papa Francisco invitó ayer en Belén al presidente israelí Shimon Peres y al líder palestino Mahmud Abas a rezar con él en el Vaticano, un gesto en favor de la paz en la región.
'Construir la paz es difícil, pero vivir sin ella es un tormento', clamó el Papa en la explanada de Belén, ante unas 10.000 personas, entre ellas numerosos cristianos que residen en la franja de Gaza y en Israel, quienes llegaron para asistir a la misa encabezada por el Santo Padre.
El Papa volvió a sorprender con un gesto sin precedentes al invitar al presidente israelí y al timonel de la Autoridad Palestina a 'un encuentro de oración' por la paz en el Vaticano.
Una invitación que marcará el viaje a Tierra Santa y que puede ser interpretada como una propuesta de mediación por parte del Pontífice, que históricamente ha mantenido buenas relaciones con la comunidad judía argentina, una de las más importantes del mundo.
'Deseo invitar al presidente Abas y al presidente Peres para que juntos elevemos a Dios una oración intensa por la paz. Ofrezco mi casa, el Vaticano, para ese encuentro', propuso Francisco.
'La paz basada en la seguridad y la mutua confianza será el marco de referencia estable para afrontar y resolver los demás problemas', adelantó el sacerdote al ser recibido por las autoridades palestinas, y calificó de 'inaceptable' la situación creada por el conflicto israelopalestino en el Medio Oriente. J