Dos horas duró ayer el mensaje presidencial, en el que Michelle Bachelet dio cuenta del estado de la nación y delineó sus proyectos y acciones para los meses venideros.

La Mandataria nombró seis veces a Arica durante su discurso, al referirse a temas como la construcción de centros de larga estadía para adultos mayores, 190 kilómetros de nuevas ciclovías, la instalación de viviendas de emergencia para los damnificados del terremoto, la figura del delegado presidencial para la reconstrucción y el proyecto de un nuevo gran parque en el sector norte de la ciudad.

Todas son iniciativas importantes y que se agradecen. Pero probablemente el punto más importante de todos en los que Arica fue mencionado por Michelle Bachelet fue el del Plan Estratégico de Desarrollo.

Y al parecer la comunidad lo entiende así, ya que el pasado fin de semana más de 800 personas llegaron al encuentro convocado para recoger las ideas y opiniones de la comunidad sobre este plan, sorprendiendo a los propios convocantes por la amplitud de la asistencia.

En esa oportunidad se recibieron numerosas propuestas, algunas más relevantes que otras, unas muy factibles, otras dificultosas, pero todas planteadas con la mejor voluntad.

La participación ciudadana en estas materias siempre es valiosa, pues de allí pueden surgir grandes ideas y contribuyen a que la comunidad sienta los planes como propios.

Sin embargo, debe tratarse con cuidado, ya que el común de los vecinos no siempre tiene claro (ni tiene por qué tenerlo) en qué consiste una estrategia.

Así, muchas de las propuestas formuladas apuntan a resolver problemas específicos, sin dudad importantes, pero que no necesariamente se convertirán en un motor de desarrollo.

Por ello, la labor que se debe desarrollar a partir de estos encuentros es clave para el éxito de la estrategia, al conciliar los deseos y aspiraciones de la ciudadanía organizada con acciones que efectivamente impulsen la actividad regional y el crecimiento económico de la zona en los años venideros.