Es una de las recomendaciones policiales que más ha ayudado a resolver casos delictuales y apunta a que las víctimas sean bien observadoras a la hora de enfrentarse con algún delincuente para después declarar contextura, color del pelo y sobre todo la presencia de algún tatuaje o aro en particular.
En este caso, lo último habría sido lo fundamental a la hora de la detención y la posterior condena de un joven de 20 años, quien se dedicaba a asaltar a adolescentes a la salida de los colegios y para quien hace un par de días se determinó que deberá permanecer una década entera privado de libertad.
Esto, luego de que el Tribunal Oral en lo Penal lo sentenciara a 10 años y un día de pena efectiva por el delito de robo con intimidación, luego de una investigación en su contra desarrollada por el Ministerio Público, junto a la SIP de la Tercera Comisaría.
A fines de octubre del año pasado, Juan Manuel Flor Cerda llegó a metros del Junior College, donde abordó a una escolar de 14 años a quien le preguntó la hora. La joven sacó su celular para responder, momentos en que el sujeto la abordó cuchillo en mano para quitarle el equipo. El forcejeo duró varios segundos, en que la menor acusó que el imputado la tocó más allá de la cuenta. La víctima notó que el hombre tenía dos piercings en ambas orejas y uno en su nariz.
Pero esa no fue la única denuncia en su contra que recibió el hombre. Otro adolescente de 14 años denunció que un sujeto con similar cantidad de piercings lo había amenazado con un cuchillo a la salida del Arica College para sustraerle el celular, luego de que el imputado le preguntara la hora, modus operandi que coincidió con la denuncia anterior, por lo que la SIP de la Tercera Comisaría logró detenerlo por robo con intimidación y en un principio por abuso sexual, aunque del segundo delito salió absuelto.
'En esta investigación se llevó a cabo un trabajo de cruce de información y de inteligencia, el que sumado al fundamental testimonio de las víctimas en el juicio oral para reconocer las característica del imputado, permitió acreditar los hechos de la acusación y condenar al acusado por su autoría en dos robos con intimidación', explicó el fiscal Patricio Espinoza González. J