l Con una votación accidentada, el Concejo Municipal autorizó al alcalde, Salvador Urrutia, a suscribir un contrato con la empresa Cysconsulting, por 35 millones de pesos, para realizar una auditoría al interior de la Municipalidad de Arica, que permitirá esclarecer su real situación financiera.

En un principio los concejales Andrés Peralta, Emilio Ulloa, Patricio Gatica y Elena Díaz, manifestaron su intención de votar en contra, por considerar que no era necesario gastar esa cantidad de dinero (35 millones) en una gestión que ya lleva dos años, pero a última hora cambiaron su decisión.

"Cambié mi voto a última hora para evitar malos comentarios, porque vengo de la administración anterior y para dar trasparencia voté a favor, pero tengo mis reparos que está fuera de tiempo, porque una auditoria se requería al comienzo de la administración, una información detallada del presupuesto. En estos momentos en un semestre más, recién van a tener el resultado (...) no le sirve de nada al alcalde", sostuvo Emilio Ulloa.

Por su parte, Elena Díaz, quien se abstuvo en la votación, aclaró que no está en contra de una auditoría, pero no apoya el gasto.

"Es un gasto que no se debe hacer, ¿qué papel juega entonces la contraloría interna?, ellos tienen que informar en qué situación se encuentra la municipalidad. Para qué vamos a estar gastando plata cuando no hay recursos para comprar luminaria y para reparar semáforos. Además no se va a pagar $ 35 millones sino $ 41 millones por el IVA", sostuvo la edil.

El alcalde Salvador Urrutia dijo que al fin el municipio accederá a una auditoría pese a la demora administrativa, y que permitirá contar con una herramienta tan importante sobre el quehacer financiero de la Municipalidad. J

Tanto el Cementerio Municipal como el de San Miguel de Azapa están colapsados, no hay más capacidad para nuevos cuerpos. Mientras, la demanda de nichos y sepulturas va en aumento.

Una de las opciones que existe es que el alcalde Salvador Urrutia autorice exhumar los restos de los nichos vencidos en el Cementerio Municipal.

En el 2010 se construyeron 120 tumbas en el denominado patio 11, lo que significó una inversión de 35 millones de pesos, pero a los tres meses, ya estaban todas ocupadas.

Una situación similar es la que está ocurriendo en el Cementerio de San Miguel de Azapa.

Así lo planteó el concejal Juan Carlos Chinga, quien dijo que en dicho camposanto, ya no existe espacio para sepultar a personas adultas y que sólo hay lugares para cuerpos de infantes.

El edil también denunció que existe una serie de problemas que afectan el buen funcionamiento de dicho recinto.

Informó que en el lugar existe un verdadero cerro con toneladas de desechos inorgánicos, flores en estado putrefacto, sábanas de difuntos, botellas de vidrio y hasta desechos humanos en descomposición al interior del cementerio, "lo que considero altamente peligroso para la salud humana, por las patologías que esto pudiera provocar", comentó.

Agregó que existen deudas millonarias por concepto de arrendamiento de nichos y terrenos, muchos de cuyos ocupantes han debido irse a la fosa común. También dijo que encontró que el libro de novedades, considerado un instrumento público, esta deshojado por terceros, dando a entender que existe ocultamiento de información, razón por la cual solicitó un sumario.

Asimismo, dijo que los servicios higiénicos son ocupados como bodega y no existen duchas para los trabajadores. Los lugares de alimentación están construidos con madera de cajón, acusan malos olores y muestran presencia de larvas y fecas de ratón y telarañas, presentación que considera insalubre.

Lo peor de todo, dijo el edil, es que cinco funcionarios fueron sorprendidos con indicios de haber ingerido alcohol situación que ya fue denunciada, siendo objeto de un sumario administrativo.

Durante la gestión de Waldo Sankán se propuso la alternativa de instalar un crematorio en Arica, que significaba un costo de 70 millones de pesos. J