Calles a oscuras en la ciudad
El paseo en bicicleta que dio la subsecretaria de Turismo el miércoles por la mañana difícilmente lo hubiera repetido por la noche. Varias calles de la ciudad están a oscuras e inseguras para la población.
El paseo en bicicleta que dio la subsecretaria de Turismo el miércoles por la mañana difícilmente lo hubiera repetido por la noche. Varias calles de la ciudad están a oscuras e inseguras para la población.
La baja de ariqueños que viaja a Tacna tiene más que contento al comercio, que aprovecha de mejorar sus ventas. Los ariqueños se van dando cuenta que los precios en el comercio local están iguales que en la ciudad del Caplina.
En medio de la tragedia que ha consumido casi tres mil viviendas y ha dejado más de 15 mil damnificados de toda condición social, aparece nítidamente un hecho que debe ser destacado: la generosidad juvenil. Miles de jóvenes, no solo de Valparaíso, sino que también de otros puntos del país, han llegado a los cerros de la ciudad puerto con el fin de prestar su ayuda. Han sido decisiones espontáneas, personales, más allá de las organizaciones.
Esta realidad, casi instantánea tras conocerse la tragedia, demuestra que en la juventud chilena, de todos los sectores sociales existe un capital de generosidad, un ánimo de solidaridad que debe ser estimulado y canalizado.
Cuando en tantos sectores prima el egoísmo o el dogmatismo, es un ejemplo el que entregan esas mentes limpias y abiertas.
Desde otro punto de vista, su presencia en el escenario de la tragedia ayuda a muchos jóvenes a imponerse de una realidad desconocida, de la precariedad y el esfuerzo con que deben enfrentar la vida amplios sectores de la población.
Ahora, concretamente, en estos momentos la corriente de ayuda debe ser canalizada, sin entrar en estructuras burocráticas, pero buscando su mejor utilización.
El despeje de las áreas afectadas es un lugar donde se requiere cooperación, pero a esos jóvenes y a los voluntarios en general, se les debe proteger de eventuales accidentes o heridas mediante elementos básicos de seguridad. También, sin ir al terreno mismo, los jóvenes pueden cooperar en la recolección y clasificación sistemática de la ayuda, tarea fundamental para evitar desperdicios y duplicidad de esfuerzos. La cooperación en campañas de captación de recursos económicos es además un importante campo de trabajo, como lo es la presencia fraterna, la palabra de aliento, simplemente escuchar o entretener a los damnificados. En fin, son muchos los campos en los que lo jóvenes, más allá de lo material, pueden contribuir a mitigar la catástrofe que afectó a Valparaíso. Ninguno de ellos está demás, nadie sobra en la labor de reconstrucción humana y material, que tiene muchas aristas.
Con lentitud sigue el nombramiento de autoridades. Los cuellos de botella están en las direcciones regionales, en las que sus trabajadores esperan con nervios a sus nuevos jefes.