Como era de suponer son muy pocos los que saben que Chile el primer fin de semana de abril se juega su posibilidad de no seguir cayendo en los ranking en la Copa Davis. Es difícil presagiar si volveremos a tener jornadas memorables en el escenario de la Davis, como la final Chile-Italia con Patricio Cornejo y Jaime Fillol, el interminable partido de Gildemeister con el canadiense Michibata, para que hablar de Ríos, Massú y González y tantos otros, que nacieron, vivieron para el tenis y se retiraron, eran tan entretenidos sus lances deportivos que ni la Federación de Tenis de Chile pudo abstraerse a sus exitosas campañas y no hizo bien sus tareas, el buscar los que harían la posta de nuestro tenis, no hay nada, solo promesas, tal vez sea el funesto momento en que el tenis volverá al anonimato, lugar en que estaba para los chilenos antes de la aparición de los que ya colgaron la raqueta...
De tenerlo todo, hoy casi no tenemos nada. Las raquetas y las pelotas nuevas aún esperan el ansiado recambio generacional, que hace que hoy estemos Match Ball en las otrora disputada y casi ganada Copa Davis
Luis Enrique Soler Milla