Patricio Toledo supo que hay fanáticos que, con tal de evitar las burlas por ser segundos, prefiere retroceder en la tabla. Él se manifestó en contra.
En horas de la tarde de ayer, Patricio Toledo, ex arquero e ídolo vigente de los católicos, lo reveló con honestidad: "Tengo antecedentes concretos en torno a que muchos hinchas prefieren que la UC salga tercera, en lugar de segunda". El domingo, sin ir más lejos, asistió al estadio con un amigo -un fanático medianamente histérico-, quien, al retirarse con tres goles en la mente y un trofeo menos, gritó desesperado: "¡No quiero salir segundo! ¡No, por favor, no más, no más!".
Toledo lo miró atónito y, apoyando una mano en el hombro de su amigo segundón, se percató de la dura realidad: los hinchas no podrían soportar más burlas.
Durante las últimas 48 horas Toledo ha escuchado de forma recurrente el extraño anhelo. Un número masivo de hinchas aspiran a perder los puntos necesarios para obtener el añorado tercer lugar. La idea es evitar, como sea, el honor del vicecampeonato y ahorrarse los chistes sarcásticos. El ídolo comprende la angustia: "El hincha está con un trauma. Y duele". ¿A quién le duele? "A cualquiera", señaló de forma enigmática.
Lo piensa un instante. Pondera los beneficios de una inofensiva ubicación en la tabla. Pero el espíritu competitivo y su alma cruzada pudieron más.
-Eee…igual prefiero salir segundo…- acotó con parcial firmeza.
Leopoldo Vallejos, tildado como el "Loco", otro ex arquero cruzado -consignamos que, por una razón misteriosa, sólo hablaron ex arqueros-, campeón con Universidad Católica en 1966, también reconoció las ansias de los hinchas por retroceder cuanto antes en la tabla. El "Loco" es valiente: "Que se burlen de que soy segundo, no pasa nada".
"Ser segundo", añadió, "es pelear el título". ¿Y ser tercero? "Ser tercero no es nada. Ser tercero es jugar por jugar. Ser tercero es para jugadores sin espíritu". ¿Y las burlas, los misiles, el bullying, la inestabilidad psíquica a que se expone el plantel? "Si el jugador no tiene coraje para soportar chistes que no juegue al fútbol". Para Vallejos, eso sí, los jugadores cruzados están inseguros. Afectó que les tiren huevos y escupos. Inexplicablemente, los católicos perdieron la fe. J