En los servicentros del sector norte, se registraron alzas de hasta 300% en las ventas.
Poco les importó si era la séptima alza consecutiva desde la última semana de enero o si la Enap le echa la culpa a la Costa del Golfo por las alzas de los combustibles. Lo cierto es que tuvieron que pasar algunos minutos después de las 18.13 horas de ayer, para que las bencineras del sector norte de la ciudad se repletaran de vehículos, cuyos conductores se aseguraron por si el asunto pasaba a mayores.
Pasadas las 7 de la tarde en la Copec de Avenida Santiago Arata, por lo menos unos 35 entre automóviles, camionetas, 4x4 y otros hacían largas filas para esperar el turno en bencinas de 93, 95 y 97 octanos, además de petróleo.
"De la nada tuvimos que apurar el paso, porque a lo que es un domingo cualquiera, en sólo media hora la clientela aumentó un 300 por ciento", revelaba al paso uno de los bomberos mientras cargaba y cargaba combustible.
Dos cuadras más al norte, otros que tampoco tuvieron mucho tiempo para descansar los dedos fueron los operarios de la Shell de la entrada a la Población Silva Henríquez.
Ahí hasta mujeres con pistola bencinera en mano llegaron a reforzar las recargas de combustibles.
"Me vine del otro servicentro, porque aquí estaba más vacío. Pero de un rato a otro, el asunto colapso", se jactaba Rafael Peredo, conductor de un Hyundai Elantra que recién había llenado el estanque.
En tanto otros que abastecieron a los más asegurados fueron los supermercados del centro de Arica.
Tal como ha sido la tónica vez que un sismo se acuerda de Arica, las velas y los bidones con agua fueron los que más pasaron por caja.
El asunto se vio harto en el Santa Isabel de Pedro Aguirre Cerda y se replicó en el Lider de Diego Portales, donde los reponedores tuvieron harto trabajo en las estanterías. J