Auditoría, nuevos cargos y despidos
Que una nueva administración gubernamental haga una auditoría a la anterior, es lo que corresponde, y sus resultados deberían comunicarse y difundirse con el mismo "tintineo" con que se anuncia, de una parte; y de otra, no debería sorprender la readecuación de personal y/o despidos. Se ha dado y se dará en todos los gobiernos, a los que, al parecer, les resulta imposible evitar la formación de una "planta paralela" en la Administración Pública, con personal a contrata y a honorarios, con remuneraciones en nada miserables comparadas con las de la planta propiamente tal, con/sin "sobresueldos". Si ayer fue la Alianza, con una desvinculación de aprox. 11 mil funcionarios, que originó una denuncia ante la OIT, hoy es la Nueva Mayoría, aunque sea muchísimo menor en número. Anteriormente se dio dentro de la Concertación, entre la corriente ganadora, que arrasaba con los cargos, puestos y/o "pitutos", y el resto de, que perdía espacios y con ello, influencia. Cuánto se habló de nepotismo, sinecura, peculado y de corrupción, por aquí y por allá, en aquellos años, siendo "la guinda de la torta" esa ecoica indemnización fiscal que salió a luz pública en los inicios del gobierno de Ricardo Lagos, quien conminó a los beneficiados a devolverla y quedarse, o quedársela y pa'la casa; haciendo declarar al ex Presidente Frei: "En mi gobierno hubo personas que abusaron de mi confianza". Qué días aquéllos de esta silente y esperanzada invocación: "Señor, no te pido que me des, sólo ponme donde haya".
Jorge Saavedra Moena