Marzo no sólo es sinónimo de gastos escolares y el pago del permiso de circulación. Este mes marca el retorno de los atochamientos vehiculares en distintos puntos de la ciudad, originados por el inicio del año académico.
Si bien no se produce el caos de ciudades como Santiago o Concepción, la situación de las calles y avenidas ariqueñas llega a ser estresante para los conductores locales, que de demorarse cinco minutos en un corto tramo, ahora deben pasar 20 y hasta 40 minutos en medio de la congestión vehicular.
Ante ello, es necesario que la ciudad cuente con un completo diagnóstico del transporte, que permita detectar los problemas y buscar soluciones a un tema que debe ser enfrentado no sólo por autoridades del sector, sino por la Dirección del Tránsito del municipio, los gremios del transporte público y escolar, pero, además, con el respaldo de la ciudadanía.
Una de las propuestas pasa por frenar todo permiso de instalación de establecimientos educacionales en el sector céntrico de Arica y a la entrada del Valle de Azapa. Ambos sectores han experimentado un fuerte incremento en la construcción de jardines infantiles y colegios que, sumados a los que ya estaban funcionando, llevan a la congestión de vehículos, principalmente en las horas peak. A eso se suma la conducta irresponsable de algunos apoderados y choferes del transporte escolar que se estacionan en doble y hasta tercera fila para dejar o recoger escolares, lo que no sólo genera atochamiento, sino que atenta contra la seguridad de los estudiantes.
Carabineros cumple una destacada labor en las cercanías de los planteles educacionales; de lo contrario, el desastre sería peor. Sin embargo, es necesario adoptar medidas de forma y de fondo que permitan hacer más expedito el tránsito en toda la ciudad.
Según cifras oficiales, son más de 50 mil los vehículos que circulan por la ciudad; y a medida que pasan los años, esta cifra aumenta considerablemente. De ahí que urge una política comunal que nos permita crecer en materia vial y urbanística.