Lanzaron desde un letrero comercial hasta tarros de conserva a funcionarios.
Lo que iba a ser sólo un control de identidad y posterior detención, terminó con un subcomisario de la Policía de Investigaciones de Arica con lesiones menos graves.
Lo increíble del caso es que en la batahola que se armó hasta un letrero comercial y tarros de conserva fueron lanzados a los funcionarios policiales que intentaban cumplir con su deber.
Los hechos fueron relatados ayer durante la audiencia de control de detención por el fiscal Daniel Valenzuela.
La situación se generó el martes cerca de las 18 horas cuando funcionarios de la PDI, al mando del subcomisario, llegaron a calle Rómulo Peña con Azolas, a un costado de la sede de la Corfal.
Y mientras los funcionarios realizaban un control de identidad y posterior detención de un sujeto que discutía con su hija, otros cuatro individuos se bajaron de un auto y de inmediato opusieron resistencia a la diligencia que llevaban adelante los funcionarios de la policía civil.
La reacción de estos hombres fue irracional y con violencia ya que las emprendieron a golpes y hasta un letrero comercial les lanzaron a los policías.
Incluso, de acuerdo a lo revelado en la audiencia, uno de ellos fue hasta un almacén cercano y volvió raudo con varios tarros de conserva que arrojó sobre los efectivos policiales.
La peor parte de esto la sacó el subcomisario, quien en medio de la trifulca cayó al suelo con uno de los sujetos, el cual le lanzó una patada.
Tras controlar la caótica situación, fueron detenidos dos de los sujetos y lo otros se dieron a la fuga.
El subcomisario resultó con lesiones menos graves consistentes en contusiones y una lesión escoliótica (a la columna).
Durante la audiencia en el tribunal, el fiscal formalizó una investigación contra los dos detenidos, el pintor W. C. G. M. y el comerciante J.D.C.A. por el delito de lesiones menos graves y lesiones leves.
En primera instancia el defensor penal Daniel Valenzuela argumentó que el imputado W.C.G.M, nada tenía que ver con el hecho y que sólo se desempeñaba en labores de pintor para la entidad de Corfal.
El fiscal solicitó a la jueza Andrea Iligaray Llanos, acoger las medidas de firma quincenal y arraigo local (sin salir de la ciudad) para ambos imputados.
La magistrada determinó dejar en pie sólo la firma quincenal.
La investigación del caso fue fijada en 45 días. J