Mujer enferma teme perder a sus perros y "su" casa
Una hernia abdominal y no aceptar ayuda institucional son sus problemas reales.
Agobiada por las desafortunadas y particulares circunstancias que la rodean, se encuentra en estos momentos una mujer ariqueña, en medio de la mayor indefensión.
Desde hace dos años Jessica Elgueta Rivera (53) ocupa de manera ilegal una vivienda en Cerro Chuño, donde vive con cuatro perros que fue recogiendo en diferentes lugares y ocasiones.
Su drama se agudiza debido a una hernia abdominal que la tiene a las puertas del quirófano.
Por increíble que parezca, y pese a contar con un diagnóstico específico que recomienda una cirugía abdominal, Jessica está más preocupada del bienestar de sus mascotas que de su propia salud.
Asegura que lleva más de diez años soportando las molestias y dolores de la hernia.
"Tuve que trabajar como asesora del hogar para mantener a mis hijos; también hacía aseo por ahí en los departamentos, así fue que me creció más la hernia, ahora tengo una escoliosis".
Sin embargo, ahora que sus hijos ya crecieron y hace tiempo no viven con ella, Jessica se las ha arreglado para postergar su operación.
Esta vez la excusa son sus cuatro perros, a los que incluso les tiene nombres humanos: Miguel, Enrique, Perlita y Bigote . Dice que no se imagina qué sería de ellos si ella se hospitaliza. "Quién se va a hacer cargo de mis perros; además, después que salga del hospital ¿dónde voy a vivir?", se pregunta.
Dentro de su precaria lucidez, Jessica relata que ha tocado puertas y que ha hablado con el alcalde y con el intendente y que aún no consigue solución a sus problemas de habitación y salud.
"No me dejan entrar a una hostería porque dicen que no cumplo con el requisito de la edad, tampoco me dan casa (...) he tratado de meterme al programa Puente, a Chile Solidario, pero las autoridades no me dejan entrar porque me dicen que eso es para las personas mayores de 60 años y yo tengo 53 años; me dicen que yo soy sola; todo se lo dan a las personas que tienen hijos pequeños".
La mujer -quien arrastra un evidente problema de salud, y cuya gravedad requiere urgente atención médica- asegura que sus hijos no la ayudan mucho.
"Mi hija no me deja quedarme en su casa, porque ella y su marido salen a trabajar, ella se va a trabajar a las minas. Mi ex pareja antes pagaba dos piezas donde vivíamos, pero eso se acabó". Y que es su vecina la que la ayuda. "Ella me da todos los días un platito de comida, y me deja ducharme, porque yo en esta casa no tengo ni luz ni agua hace más de dos años".
La casa a la que se refiere Jessica es una de las tantas viviendas deshabitadas que serán demolidas luego que sus antiguos moradores fueran erradicados de la población en el marco de la ley compensatoria para familias expuestas a los polimetales en Arica.
Por ello, la situación de la mujer se complica, ante una inminente orden de desalojo.
Desde la Seremi de Desarrollo Social dijeron estar en conocimiento de la delicada situación por la que atraviesa Jessica Elgueta, y que a pesar de que en el pasado reciente se le ha provisto de soluciones, es ella la que se opone a recibirlas, siendo su condición mental un factor determinante para poder sacarla de su precariedad social.
No obstante, en esa Seremi se asumió el compromiso de articular una red que permita intervenir el caso, sin descartar solicitar una internación forzosa por tratarse de una paciente siquiátrica, que debe ser ayudada a la brevedad. J