Nombramientos en el servicio público
Existe una frase que siempre se repite para los que postulan a un trabajo: acreditar vasta experiencia en el cargo...
Gran problema para aquel que a pesar de constar con los respaldos académicos no puede acceder, las empresas prefieren personas expertas; en palabras simples, que ya hayan cometido todos los errores.
No están dispuestos a pagar los costos del aprendizaje, porcentajes más, porcentajes menos, son pocas las empresas que se arriesgan contratando novatos; ellas quieren solo "sandías caladas"…, entonces…¿Por qué el sistema público, financiado por todos los chilenos, está dispuesto a correr el riesgo, considerando a personas para los nombramiento de ministros, subsecretarios, etc. con escasa experiencia demostrada en el cargo, acaso descansan en los "siempre atentos" asesores, también financiados por los chilenos, es decir en el recargado aparato estatal tendrían su campo de pruebas para obtener experiencia y si después de todas las "apuntaladas posibles" no funcionan, simplemente viene otro, esto ha sido así, está siendo así, pero ojalá que no siga así?
Lo justo es que los nombrados en los cargos sean fines a la autoridad de turno, pero eso no la exime de exigir academia, experiencias acreditadas y excelsos antecedentes, mientras nuestro Chile no tenga una legislación al respecto, queda en manos de las autoridades en realizar procesos de selección intachables y modelos, porque de lo contrario queda la sensación que acciones tan delicadas y fundamentales están siendo presa de una indeseada improvisación…
Luis Enrique Soler Milla