El ministro de Desarrollo Social, Bruno Baranda, afirmó que Chile no está dispuesto a liberalizar el aborto, respondiendo así a los cuestionamientos de algunos países europeos durante su exposición ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. De este modo, reiteró lo que ha sido una política de Estado en esta materia, ya manifestada ante la misma instancia en 2009.

Baranda encabezó la delegación de nuestro país que participó en el llamado Examen Periódico Universal. Se trata de un mecanismo de control que lleva a cabo el Consejo, ante el cual las naciones deben exponer periódicamente respecto de su situación en materia de DD.HH. Los integrantes de esa entidad pueden luego realizar observaciones a partir de tres documentos: el informe oficial elaborado por cada país, una compilación de recomendaciones formuladas por los organismos internacionales y el llamado informe de los stakeholders, que incluye los planteamientos de ONGs y del Instituto de Derechos Humanos (INDH). Con posterioridad, el Consejo elabora un documento final con sus recomendaciones.

En su exposición de esta semana, el ministro dio cuenta de la implementación de tales recomendaciones por parte de Chile, destacando puntos como la dictación de la Ley Antidiscriminación, la creación del INDH, la reglamentación del sistema de consulta indígena y los programas de apoyo a las etnias originarias. Posteriormente, en la etapa de preguntas, el representante de Finlandia consultó si el país había dado pasos para la despenalización del aborto por motivos de salud o cuando el embarazo es producto de una violación. Fue entonces que los representantes chilenos recordaron que la protección de la vida del que está por nacer se encuentra resguardada por nuestra Constitución.

También hicieron notar que la legislación interna no obstaculiza aquellas acciones terapéuticas que tengan por objeto proteger la vida de la madre, aun cuando ellas pudieren, como efecto no perseguido, afectar al hijo en gestación, por lo cual la ausencia de la figura del "aborto terapéutico" en nuestro ordenamiento no significa una indefensión para la mujer.

A la luz de planteamientos efectuados en la última campaña presidencial, es posible que durante la próxima administración -que nuevamente encabezará Bachelet- el tema sea objeto de discusión y revisiones. Con todo, es importante que el debate refleje las posiciones de la sociedad chilena en esta materia, incluyendo los muy atendibles argumentos de quienes se oponen a la despenalización, precisamente por razones de derechos humanos. Lo que no corresponde es que un tema así se zanje a partir del lobby de las ONG o de las posiciones dominantes en ciertas burocracias internacionales.