Un estudio realizado por el Observatorio Urbano del Ministerio de Vivienda y Urbanismo determinó que el norte del país exhibe los índices de calidad de vida más críticos del país, esto en base a un análisis en el que se incluyeron diversos criterios.

Según el trabajo desarrollado por esta cartera, los números de Arica y Parinacota no dejan de ser preocupantes, toda vez que en la región existe el mayor índice de pobreza extrema (15,3%), hacinamiento (12%) y allegamiento (14%), realidad que se contrapone a la que presentan las regiones ubicadas en la zona sur del territorio nacional.

El estudio permitió, además, establecer que la región de Tarapacá produce la mayor cantidad de basura por persona, llegando a 37 kilos; mientras que Arica presenta el número más alto de microbasurales por manzana, alcanzando el 44,8%. En el caso de Antofagasta, sólo el 21,6% de los habitantes considera que hospitales o clínicas están a poca distancia de su casa.

Estos antecedentes reafirman una situación que se ha planteado por años y que tiene relación con la necesidad de equiparar a la macro región norte con el desarrollo alcanzado en otros centros urbanos del país.

Si bien existen importantes avances, sobre todo en materia laboral y económica, es evidente que el Estado aún mantiene una deuda histórica con esta macro zona geográfica, sobre todo al considerar que el Norte Grande se ha convertido en un verdadero centro productor de materias primas que termina aportando importantes recursos al país.

Hoy por hoy, las regiones del norte muestran altas tasas de empleo, una economía pujante y una serie de oportunidades para el crecimiento de sus comunidades, lo que incluso ha permitido albergar una amplia población flotante proveniente de otras latitudes y que busca mejores expectativas de empleo.

Sin embargo, ese crecimiento aún no se traduce en un desarrollo urbano acorde a la contribución que realizan Copiapó, Antofagasta, Iquique y Arica, lo que demanda medidas que hagan más justicia a todo el aporte.