Estaba disfrutando de sus días de descanso de la minera donde trabajaba.
Desconsolados se encuentran los vecinos de la Población Tucapel VII, tras enterarse que Marcelo Curiñanco Rivera, de 28 años, perdió la vida al interior del camping de la Municipalidad de Arica, ubicado en el kilómetro 3 del Valle de Azapa.
Este joven, nacido en Calama, soltero sin hijos, la tarde del sábado se programó junto a sus amigos y vecinos del sector para ir de paseo todo del fin de semana a ese camping, con la idea de desconectarse y pasarlo bien.
Sin embargo, cerca de las 6 de la mañana de ayer, Marcelo habría concurrido a la piscina del recinto a bañarse, lugar donde minutos más tarde fue encontrado por sus amigos flotando inerte en el agua.
La desesperación de sus amigos y de las personas que estaban en el lugar llevó a que uno de ellos, se lanzara al agua para rescatarlo, sin embargo, al sacarlo y dejarlo en el suelo, el joven ya estaba fallecido. Al enterarse de la trágica noticia, los amigos de la víctima, perdieron el control, comenzando a llorar y a gritar, ya que en ese momento, ellos no entendían, lo que estaba sucediendo.
Al camping, concurrió personal de Carabineros de la Cuarta Comisaría y, por instrucción del fiscal de turno, Francisco Ganga, llegó también personal de la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones PDI, junto a peritos fotográficos del Laboratorio de Criminalística (Lacrim). Los funcionarios llegaron cerca de las 7.30 horas, comprobando que tendido boca arriba sobre el suelo se encontraba el cuerpo del joven. Al reconocimiento externo policial, se estableció que no se observaron lesiones externas atribuibles a terceros. Además, se tomó declaración a las personas que se encontraban en el sitio.
"Logramos establecer que el sujeto el sábado bebió alcohol con unos amigos, dentro del camping, siendo a la mañana siguiente encontrado sin vida al interior de la piscina. Al examen externo realizado por nosotros se presume la causa de muerte como asfixia por sumersión", manifestó el subcomisario Julio Orellana, de la Brigada de Homicidios de la PDI.
Luego, el cuerpo fue traslado al Servicio Médico Legal y en el transcurso de la tarde de ayer fue entregado a sus familiares.
Una de las características que marcó a Marcelo Curiñanco fue su fanatismo por el club deportivo Colo- Colo. Sus cercanos aseguran que era el hincha número 1 de los albos y que no se perdía ningún partido, incluso, en su domicilio particular luce una bandera del club.
Su amigo y vecino, Joel Sepúlveda, aún no podía creer que Marco ya no va a estar acompañándolo, pero asegura que su recuerdo va a permanecer vivo en su memoria. "Marcelo es una persona leal que siempre estaba con uno, en las buenas y en las malas. Además era muy querido por todos nosotros. Siempre estaba con la broma, le decían Chavo del Ocho, era payaso, cuando estábamos todos callados, él era quién tiraba la talla", contó Joel.
Curiñanco Rivera, estaba disfrutando de sus días de descanso, ya que trabajaba en la minera Collahuasi. Ese día sábado, optaron por ir al camping invitando a todos sus amigos, "también me invitó, no fui, porque tenía otros planes, (...) esa noche Marcelo se despidió de mí. Encuentro que es injusto lo que pasó y no quiero aceptarlo. Este año se fueron dos amigos de la población, pero él, era el más cercano (...) no sé por qué Dios se lo llevó", dijo.
Los restos, del joven están siendo velados, en su casa, ubicada en la calle Armando Puente N°1901.
Este medio intentó comunicarse con los encargados del camping, pero ayer no entregaron ninguna declaración, respecto a lo ocurrido. J