Baja en el precio del tomate
Un fenómeno que no se producía hace más de una década tiene algo revolucionada a la agricultura local. El precio del tomate ha bajado a niveles históricos, llegando a cotizarse a mil pesos el cajón de este fruto que se cultiva en los valles de la provincia.
Los más contentos son los clientes que han llegado al agro local y se encuentran con esta oferta poco habitual para la época. De hecho, es tradicional que para la semana de Fiestas Patrias, el tomate tenga una leve alza, que debe ser absorbida por la ciudadanía que utiliza el fruto para elaborar los platos típicos de esta festividad.
Para alivio de los ariqueños, este fenómeno continuaría en las próximas semanas. Según informó la Asociación de Agricultores de Arica, el problema se originó por la sobreproducción del tomate en los valles, lo que sumado al escaso flete que hay entre Arica y Santiago llevó a que el precio cajón de tomate se desplomara al valor antes mencionado.
La alegría en los consumidores se contrarresta con las pérdidas que se anticipan para la agricultura local. Habilitar sólo una hectárea de tomate, instalar mallas antiáfido, el riego y otras variables hacen que cultivar no sea tan barato; de ahí que ya se proyecta que los agricultores deberán mantener, al menos durante la próxima quincena, precios baratos, para tratar de recuperar parte del dinero invertido.
A diferencia de la aceituna, por ejemplo, el tomate debe ser puesto a la venta antes que pierda su valor comercial; y como hubo sobreproducción, son decenas las cajas que deben venderse a la brevedad, sin contar con la producción que viene detrás y la que debería correr la misma suerte.
El precio que se observa en el agro es diametralmente opuesto al que se cotiza en los supermercados. Si en el terminal, un cajón de 15 kilos de tomate cuesta mil pesos, en las góndolas de las grandes tiendas del retail se puede encontrar a 1.190 pesos el kilo; lo que ha llevado a los ariqueños a optar por el valor más barato.
Aunque el fenómeno es de corta duración, se ha transformado en un pequeño alivio para el bolsillo de los ariqueños, pero que debe ser seguido de cerca por las consecuencias que tendría para la agricultura de la provincia.