Luego de esperar largos meses, Tribunal lo dejó en libertad al establecer que era inocente.
El sábado 26 de enero la jornada laboral de Santiago Galleguillos comenzó como cualquier otra.
El taxista, radicado en La Serena, tomó a un pasajero cerca de las 13.30 horas que se dirigía a la playa "El Faro". Un segundo pasajero lo abordó, y los tres partieron con destino a una historia que Santiago nunca imaginó.
"El pasajero se bajó y se puso a conversar con alguien en el estacionamiento de camiones. Le entregaron un paquete, y cuando se volvía al taxi, los carabineros llegaron de repente", recuerda Santiago.
Sin saberlo, el recorrido llegó directo a una entrega vigilada de drogas. La pesquisa comenzó en Arica, y la pista llevó a los efectivos a detener a los implicados en La Serena. Santiago fue incluido en el operativo .
Ese día fue detenido, junto al primer pasajero, por narcotráfico. Recién el 11 de septiembre el juzgado los declaró inocentes.
"Los primeros carabineros no me dejaron hacer un llamado. Pero cuando me trasladaron fueron muy amables, se preocuparon de que comiera hasta que llegamos a Arica", comenta.
Durante siete meses y medio la cárcel fue su nuevo mundo. Por primera vez, Santiago se vio entre rejas y barrotes.
"Aprendí que hay gente con valores, que tiene moral. Aunque también hay otros que deciden hacer elecciones absurdas. Pero juzgamos demasiado rápido", explica, convencido.
Asegura que, a partir de su experiencia, ha entendido que deben ser muchos los que, como él, están encarcelados injustamente, pues la autoridad no siempre considera todos los factores.
"Yo soy un taxista honrado. Llevo a muchos pasajeros a diario. Y entiendo que entre tanto llevar y traer, algunos tomen la mala decisión de meterse con cosas ilícitas. Pero uno no piensa en esas cosas", expresó.
Durante su tiempo en prisión, Santiago, cristiano devoto, participó activamente en un grupo religioso. "Estuve a cargo de 45 personas. Nos pusieron a todos juntos, y estábamos muy tranquilos, no nos metíamos con nadie", contó.
Luego de meses encerrado, finalmente llegó el día del juicio. A las 9 horas comenzó el proceso que determinaría si es que Santiago podía volver con su familia.
"Estuve desde temprano en la mañana hasta las 23 horas. En todo ese tiempo la defensora fue más que amable. Fue humana". Se refiere a la defensora pública Mariana Galaz.
La abogada fue la encargada de conseguir los testimonios del presidente de la línea de taxis en la que trabajaba Santiago, y uno de sus colegas, que resultaron claves al momento del veredicto.
Feliz, hoy Santiago se prepara para volver a su casa. Piensa irse a La Serena luego de las fiestas patrias. "Acá no quieren que me vaya", dijo sobre su familia.
"Yo estuve en la cárcel , pero en verdad nunca estuve encerrado. Mi mente era libre, porque siempre fui inocente", comentó. J