Cuenta Marcos Gutiérrez, director de Aseo y Ornato del municipio, que no fueron varias, sino demasiadas las veces que Juan Carlos Saldía Sagardia llegó hasta su oficina en busca de algún puesto de trabajo. "No podía decirle que sí, porque los puestos estaban copados. Se le notaba entre esas ganas que dan por trabajar y la desesperación por estar desempleado, pero yo no tenía cómo".
Y como el que la sigue la consigue, a principios de agosto, un llamado le cambió el mundo al joven de 33 años, luego de que uno de los seleccionados para el puesto de policía de aseo, o más conocido como recolector de basura, no llegara a su primer día hábil.
En eso se mantenía ocupado el hombre, quien a principios de la semana pasada, y cuando recién salía a cumplir el turno de la mañana en la población Cardenal Raúl Silva Henríquez, sufrió un accidente que al final terminó por quitarle la vida el pasado fin de semana.
Eran cerca de las 10 de la mañana del lunes, cuando Saldía recogió la última carga antes de intentar subirse al camión recolector, mismo instante en que perdió el equilibrio y se precipitó al suelo, azotando su cabeza al asfalto, lugar donde quedó inconsciente y luego trasladado hasta la Mutual de Seguridad y después derivado al Hospital Dr. Juan Noé, donde quedó en UCI hasta las 14 horas del sábado, que falleció producto del golpe.
"Apenas nos enteramos del accidente nuestro comité paritario se hizo presente en el lugar del accidente y en la posta. Mire, cuando nos avisaron, nunca pensamos que el asunto sería tan grave, porque ha pasado que alguna mala maniobra que haga algún funcionario o el conductor y hay un lesionado, siempre son heridas leves, rasmillones, pero esto fue grave, algo espantoso", agregó el propio director de Aseo y Ornato, Marcos Gutiérrez, quien agrega que en el poco tiempo que conoció al joven, siempre vio las ganas de trabajar en él.
"Claro, porque cuando llegan muchachos jóvenes, nosotros obviamente le aconsejamos que no palomilleen, que no vayan a ingerir alcohol mientras trabajan o simplemente muchos vienen un par de días, pero cuando les toca trabajar los fines de semana, no llegan, por el asunto del carrete, que son jóvenes, solteros y más aún en días de paga. Pero Juan Carlos no. Él me comentaba que estaba casado, que quería ser el soporte familiar, porque había perdido hace poco una pega. Más aún si tenía hijas, entonces por lo menos trabajando acá se esforzó mucho. Yo quedé pésimo cuando me avisaron que estaba empeorando y llego a la posta y veo que van sacando su cuerpo. Fue fuerte", remató su jefe.